Autora: Alison Flangel

Para dirigir una pequeña empresa es necesario contar con la ayuda y la cooperación de las personas con las que decidas trabajar. Esto quiere decir que debes formar equipos sólidos y capaces. Los empleados deben apoyarte y contribuir de manera positiva a tu empresa, y esto a su vez creará un entorno laboral positivo.

1.Desarrolla y describe tu visión empresarial

Antes de decidirte a contratar empleados, es esencial que comuniques tus objetivos y lo que quieres lograr con tu compañía. Una visión empresarial debe abarcar el tipo de cultura que quieres establecer, los planes a futuro y el público objetivo al que quieres dirigirte. Así pues, si describes tu visión a los empleados potenciales, podrás determinar quiénes son los más adecuados para tu empresa.

2.Define claramente las funciones de cada empleado

Una vez que hayas elegido a los candidatos que quieres contratar, es imprescindible que determines las fortalezas y debilidades de cada uno. Esto te ayudará a definir sus funciones y responsabilidades. Por otro lado, como propietario de una pequeña empresa, debes recordar regularmente a tus empleados cuáles son sus funciones para asegurarte de que el trabajo se realice con eficacia. Si las funciones no se definen claramente, el progreso y la eficiencia podrían verse afectados.

3.Programa dinámicas de grupo para tu equipo

Las pequeñas empresas suelen tener dificultades para mantener un entorno de trabajo acelerado, de modo que los empleados deben trabajar en coordinación. En este sentido, las dinámicas de grupo sirven para que los empleados se conozcan mejor, lo que puede aumentar la productividad y la eficacia. Ten en cuenta los intereses de tus empleados a la hora de elegir alguna actividad. El paintball, el karting y las clases de yoga son opciones populares, pero incluso algo de bajo costo como bebidas y refrigerios un viernes por la tarde también puede servir.

4.Soluciona cualquier problema de inmediato

Es inevitable que en algún momento surjan problemas con los empleados. Cuando esto ocurra, es importante abordar la situación con cuidado. A veces, los problemas surgen debido a que alguien está pasando por una crisis personal. Otras veces, hay empleados que simplemente no son los más adecuados para tu empresa. En cualquier caso, el despido siempre debe ser la última opción. No obstante, si llegas a tomar esta decisión, asegúrate de cumplir con las leyes locales.

Traducido al español por Josué Palacios. Para leer el artículo en inglés, haga clic aquí.